Sr Butterfly
acaba de cumplir 39 años y ahora los más jóvenes le dicen señor, cosa que odia,
su metro ochenta, su piel trigueño, no pueden disfrazar la edad en su rostro,
aún sigue sin pareja estable, ya no frecuentaba videos pubs ni discotecas ni
cuartos oscuros, los saunas nunca le atrajo, se le está haciendo más complicado
ligar. Los domingos suele bajar al Centro de Lima, para recorrer las calles y
hacer cruising. Va por todo Jirón de la Unión, después de ese recorrido,
termina en un cine que hay en ese jirón, como buen cinéfilo que es, va llevando
o a su presa o conociendo a un joven en la cola, al Sr Butterfly le gusta
sentarse al fondo con su acompañante y juguetear en la oscuridad. Si en el
jirón no ha tenido suerte, baja hasta Plaza San Martín, donde ahí no tiene que cazar, ahí solo tiene que elegir
el chico y quedar en un buen precio para los dos. Tiene sus caseritos que
alguno de ellos, también lo lleva al cine. A veces recorre Real Plaza, buscando
presas ahí, su lugar favorito es Starbucks, o los lleva ahí o los conoce ahí. Y
si se siente más arriesgado, se va a los baños, para practicarle sexo oral a
alguno, pero esa vez, no había tenido mucha suerte, había comprado algunas
cosas, como libros, cosa que le gusta hacer cuando también está por Lima. Se sentó
en el inodoro. Mientras leía un libro, se dio cuenta de los anuncios que ponen
en las paredes del baño. Decidió leer algunos, así que busco entre sus cosas un
plumón y decidió poner su anuncio, simple, directo, dejando su número.
Otra de las
cosas que Butterfly disfrutaba del Centro de Lima, era su vida nocturna, habían
varios bares y discotecas, con diferentes estilos de música, habías bares con
rockolas que tanto le gustaba, o sino también tenía el parque del Centro
Cívico, donde los jóvenes, se sentaban en el pasto para conversar, beber,
bailar, todas las sangres se juntaban ahí.
En una de esas salidas, un joven le pregunta qué opina de la gente que
pone anuncios en los baños públicos, Butterfly solo ríe, le dice que un par de
meses atrás, dejo su anuncio ahí, el joven, le dice que eso es arriesgado, uno
no sabe con quién se mete, puede ser un enfermo, Butterfly sonríe de manera
amarga. Unos días después recibió una llamada de un hombre que había leído el
anuncio, el hombre tenía voz de ser contemporáneo a Butterfly, tienen una buena
conversación y quedan en verse.
El día para
el encuentro Butterfly tuve un día muy agitado, yendo por aquí y por allá.
Igual su cita lo andaba llamando. Antes de encontrarse, justo conversa con dos
compañeros de trabajo, con los que había quedado para cenar, conversan acerca
del amor, la poesía, los detalles, las citas y las redes sociales para ligar.
Hasta que llega su cita a recogerlo a su trabajo, se van juntos a la casa de
Butterfly, conversan preparando el terreno, cuando van al cuarto, la cita pide
que ponga una porno para excitarse, algo que no le gusta mucho a Butterfly pero
la pone en la laptop, le practica sexo oral y no responde. Él se da por
vencido, pide dormir, apaga la laptop. Intenta unas horas más tarde, pero
Butterfly empieza a pensar que eso fue un fracaso. Su cita concluye que la
próxima vez tomará un Sildenafilo. Amanece, su cita se alista para salir,
Butterfly lo acompaña al paradero, mientras regresa a su casa, se da cuenta que
ya está muy señor para esas cosas.
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