martes, 2 de mayo de 2017

LAS ERECCIONES DE ERIC - Capítulo 1: Cuarenta y seis años


Me llamo Eric Méndez, a la edad de 43 años, trabajaba como contador, aún casado, tenía 3 hijos, mi esposa era Diana, a pesar de tener todo eso, empecé a tener problemas para mantener mis erecciones en la cama, mi esposa no era exigente, pero a mí me apenaba no cumplirle, la verdad no me hubiera molestado que me fuera infiel, hasta le hubiera ofrecido alguno de mis amigos, como el Pepe o el Cucho, se que la desearon desde que la conocieron, de pronto me puse a investigar respecto a mi problema eréctil. Encontré algunos datos curiosos, como por ejemplo: “Si cada relación sexual dura 15 minutos, el promedio de parejas de esposos disfrutaran de 610 horas de relaciones sexuales durante su vida de casados.” La verdad no me preocupaba andar contando cuantas horas había acumulado, pero si quería saber, si había hecho disfrutar lo suficiente a Diana, pero cuando leí ese dato, me quedé pensando, ¿cuántas horas sexuales me quedaría antes que Diana me dejará? ¿ si ya estaba pensando en dejarme? otra mujer en su lugar, ya lo hubiera hecho, pero ella no era una mujer como las demás, por algo me enamoré de ella.
Me olvide de mi problema, pues una semana después de esto le diagnosticaron cáncer uterino a Diana, la lucha con el cáncer no fue tan difícil, su proceso no fue tan doloroso, que es lo más detestaba, duró 3 meses desde su diagnóstico, hasta que me hizo viudo, cuando la vi en su último momento, quise preguntarle si le había hecho feliz, pero calle.
Al funeral, vinieron Pepe Torres y Cucho Martinez, mis amigos de infancia desde que vivíamos en el condominio San Felipe en Jesús Maria, estudie con ellos en el Antonio de Padua, estudiamos juntos en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Cucho se hizo abogado, trabaja con Carlos, mi hijo mayor y Pepe se hizo administrador de la Inmobiliaria de su suegro. Ellos se quedaron hasta el final conmigo, ahí les conté mi problema. Pepe, el más sensato, me dijo que por ahora no debía preocuparme por eso, porque recién había muerto Diana, por otro lado el descarado de Cucho, que era el mas pendenciero de los dos, me dijo que cuando necesitara ayuda, le avisará para hacer un recorrido por nightclubs y volverme el viudo más alegre de todo Lima. Fue así que pasaron 3 años, celebre mi cumpleaños número 46, mis amigos, me volvieron a tocar el tema, les pedí hablar en otro momento, pero lo que me sorprendió fue que Carlos, mi hijo mayor se acercó a hablarme de otro tema, me dijo que ya era hora de que saliera con mujeres, que habían pasado 3 años de la pérdida de Diana, en eso al escuchar esto, Luis y Amelia, mis otros dos hijos, también dijeron lo mismo, mis amigos intervinieron en la conversación, mis hijos no sabían de mi problema eréctil solo mis amigos pero no lo comentaron, entre los 5 empezaron a dar nombres y a planear citas para mi, quedaron 3 candidatas, acepte su propuesta, no quería quitarles el ánimo de ayudarme, ver a mis 3 hijos juntos, me alegraba, Carlos, era separado, me dio un nieto de muy joven, Amelia aun casada, era una madre y esposa algo neurótica,  la verdad no sé, si tener 2 hijos varones,  la dejaron así, pensábamos que su esposo era un santo para aguantarla, finalmente estaba Luis, que era el soltero, pero de vez en cuando tenía citas y lo que menos pensaba era en casarse o tener hijos, felizmente no me salió tan bohemio, pues era bastante intelectual, me salió escritor, cada uno andaba ocupado en sus vidas, y bueno les estaba dando una razón para que sean unidos como cuando eran niños.

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