jueves, 4 de mayo de 2017

LAS ERECCIONES DE ERIC - Capítulo 3: Cita con Marcia, la divorciada



La segunda candidata se llamaba Marcia, era divorciada, era colega de mi amigo Cucho y de mi hijo mayor Carlos, ella la eligieron para mí, durante la cena, mencionaba a los autores de los libros de superación que leía, era guapa, buenas caderas, tenía un hijo adolescente, tenía cabello rizado, color rubio, que de vez en cuando acariciaba, me contó el tiempo que le dedicaba para el cuidado de su cabello, era muy bromista pero sarcástica, a veces sentía que controlaba su risa para no desbordarse, llevó esa noche un vestido escotado donde podía notar sus hermosos y protuberantes pechos, de pronto pidió una botella de vino, yo no quería pero terminar por aceptar, bebimos un par de copas, hasta sugirió ir a bailar a lo que yo me negué, en eso saco un cigarrillo mentolado, me ofreció uno, a lo que me negué, se notaba incomoda, me disculpe si sentía, me inventé una excusa, que saldría con mi nieto, al día siguiente y no podía trasnochar, pero que en otra oportunidad si lo planificamos con tiempo, saldríamos, me salió que hay que vivir la vida, con una de esas frases de autoayuda, hasta terminó por mencionar a que debía superar mi duelo, que fue lo que no me gusto, ella lo noto, se disculpó, decidí terminar con la cita y llevarla a su casa, ella me dijo que no era necesario, que podía tomar un taxi ella sola, se despidió, y ahí me dejó en la entrada del restaurante, decidí llamar a Cucho, apenas eran las 11 pm., él me dijo que bajara a buscarlo para tomarnos unas cervezas en un bar cerca de su casa. Nos encontramos donde me dijo, río un poco de lo que le conte.
-Esa Marcia, es todo un caso-él sacó un cigarrillo para fumar-Pensé que sería más fácil contigo, a mi en la oficina me deja rosarle el culo y de vez en cuando tocarlo un poco.-me sonroje un poco, mientras bebía mi vaso con cerveza.-¿no será que te has vuelto maricón?-casi escupo lo que bebía.
-!Que cosas dices, Cucho!
-Carlos y yo elegimos a Marcia porque es lo mejor de la oficina.
-No lo sé… no me siento preparado.
-Esas son cojudeces, hermano, ya han pasado 3 años, si no sientes preparado y quieres recordar cómo se hace podemos hacer una visita a un nightclub hoy mismo y te invito una puta.
-La verdad, no sé.
-!Vamos! ya déjate de cojudeces-Me deje convencer por el Cucho Martinez, él tenía una forma de convencerme desde que eramos amigos, creo que todas mis travesuras las hice convencido por él, nos subimos a su camioneta negra, fuimos a un nightclub en Los Olivos, bebí más cerveza, pidió dos acompañantes, él se fue con una y dejo que yo subiera una habitación con la otra, pero en los primeros escalones, me disculpe con la joven retrocedí y me salí del local. Tomé un taxi, llamé a Pepe, me contestó a pesar de ser las 3 am, le dije que si podía ir a su casa, me dijo que si podíamos vernos, pero que no estaba en su casa, me dijo que lo buscara en el Hotel Sheraton en el centro de la ciudad, me sorprendió un poco, de lo tomado que estaba me puse algo sobrio de pronto, le conté lo sucedido y lo que hice, ya no pude mas y le confesé mi problema eréctil, Pepe se quedó callado, él me hizo otra confesión, que había dejado a su esposa, que le había sido infiel, grande fue mi sorpresa cuando me dijo que no fue con una mujer sino con un hombre, se puso a llorar, lo abracé, compartimos la misma cama, no pude dormir, no porque tuviera miedo que Pepe tratara de seducirme, sino no podía imaginarme, me puse a pensar como no me di cuenta, nos contábamos todas nuestras aventuras y desventuras, fue al primero que le conté cuando conocí a Diana, pero antes de ella, estaba tratando de olvidar a Leyla, una chica de la universidad también, Pepe me apoyo en esto, confesó que le gustaba Diana, temía que eso arruinara mi amistad con él, solo le pedí que no se masturbara pensando en ella, pues él era el mas masturbador de los tres, no podía imaginar todo lo que tuvo que ocultar durante tantos años, incluso teniendo dos hijos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario